Luego de dos semanas de descanso, volvió el ciclo de los
recitales de "La X en vivo" a la Sala Zitarrosa...
El Lunes 22 de Julio le tocó el turno de remontar el ciclo a Trotsky Vengarán,
una banda que está cerca de cumplir 10 años de existencia y cuenta con cuatro
discos de estudio, una hinchada fiel que sigue creciendo, y varias apariciones
en recitales importantes. Compartieron escenario con bandas como Attaque 77, los
alemanes de Die Toten Hosen o los propios Ramones en su visita por Montevideo en
el año 94.
Las entradas anticipadas se agotaron, por lo que se esperaba una sala llena.
Uno no sabía muy bien cómo iba a ser el recital en sí mismo, por el lugar y
por las características de este ciclo, que tiene la particularidad de ser
interactivo ya que durante el show el público puede hacerle preguntas a los músicos.
Así que se presumía un toque distinto a los que acostumbra hacer Trotsky, que
se basan en la energía y el ruido. Más íntimo quizás, más tranquilo, más
baladas y menos temas hardcore. No fue tan así...
El show empezó muy puntual, los muchachos no se hicieron esperar, y apenas
pasadas las 21 horas subieron al escenario: Guillermo Peluffo (voz), Hugo Díaz
(guitarra y coros), Hector Souto (bajo) y Guillermo "Cuico" Perazzo
(batería y coros). Subió el volumen del disco solista de Joey Ramone que había
sonado mientras entraba la gente y de repente hubo un silencio para luego abrir
el show con "Casi Místico", un tema muy poco tocado en vivo que forma
parte del segundo disco de la banda.
El sonido era muy bueno, la Sala cuenta con una acústica que beneficia,
incluso, a una banda de punk-rock.
Buenas luces y humo le dieron un clima especial al primer tema. Le siguió
"Sataman" y después presentaron un tema nuevo. Esa fue una pequeña
introducción, muy disfrutable. Guillermo Peluffo saludó al público y comentó
que para la Sala Zitarrosa querían hacer algo distinto, algo acústico por
ejemplo (umplugged), pero dijo: "en realidad no sabemos hacer otra cosa, así
que vamos a tocar lo mismo de siempre"; comentario que hizo aplaudir a los
presentes.
Hugo agregó que por más sillas que hubieran la gente se podía acercar, y al
rato estaba toda la Sala contra el escenario agitando y cantando al ritmo de
"El alma en dos", de su último disco.
Lo diferente de este evento fue la inclusión de varios temas que generalmente
no tocan en vivo como "Tormenta de mar" (del primer disco),
"Pesadilla", o "Solo vos", que nunca la habían hecho en
vivo según Peluffo. Pero también había temas que no podían faltar y así se
sucedieron sin pausa "Detrás del arco", "Palabras para
Julio", "Tu lugar" dedicado a la madre de Cuico que estaba en la
platea alta, "Otra vez" y presentaron otro tema nuevo: "El
traidor" que sigue la misma línea del último disco.
Son canciones punk con melodías muy bien logradas y pegadizas que no dejan de
ser contundentes y distorsionadas.
En el momento en que se suponía que había un pausa en el show, y que la gente
podía hacer preguntas, lo único que hubo fueron agradecimientos por parte de
la banda y cantos alentadores de un público que evidenciaba la conformidad con
todo lo que estaba sucediendo y quería mucho mas. La verdadera interacción, en
este caso, se vivió durante todo el recital en un pogo constante que hasta
emocionaba por la entrega de la gente y de la banda al tocar.
Todo lo que vino después fue adrenalínico, temas como "Ni olvido ni perdón",
"Hay que saltar", "Yo la vi correr", "Por vos",
"La vida sigue igual", "15 minutos 15", "Un beso y una
flor", "Mueve que te mueve", "Tocando fondo" y "Do
you love me?".
Nadie se movía de su lugar y siguieron los cánticos. El grito de "Hey ho
let´s go!" se hizo sentir para que tocaran algún tema de Ramones, y la
banda volvió a escena para despedirse -ahora sí, con su versión de
"Surfing Bird" en homenaje a sus tan queridos Ramones- y ponerle así
un broche de oro al pogo y a la energía más grande que haya vivido la Sala
Zitarrosa.
Rafael Casares